LA INFLUENCIA TARDO-LATINA EN LA LENGUA VASCA: EL ORIGEN TARDO-LATINO DE LA ESTRUCTURA MORFOLÓGICA VERBAL ANALÍTICA VASCA A TRAVÉS DE LOS VERBOS ADITU Y SORTU
Resumen
La influencia latina en la lengua vasca fue muy importante, y una de las consecuencias de ello fue la aparición de la Estructura Morfológica Verbal Analítica vasca (EMVA). Frente a la hipótesis tradicional de su mayor antigüedad con respecto a la Estructura Morfológica Verbal Sintética (EMVS), se acepta actualmente que esta última es la más antigua de la conjugación vasca y que la estructura analítica apareció por influencia del latín, como ya apuntó Michelena. En el presente artículo se demuestra, a través de dos verbos de origen latino (uno transitivo, aditu = ‘oír, oído’, y otro intransitivo, sortu = ‘nacer, nacido’), que la EMVA apareció por analogía con la EMVA del latín tardío, con el fin de poder conjugar los verbos de origen latino introducidos masivamente en vasco como préstamos lingüísticos, y que es del todo coincidente con la EMVA tardo-latina que le sirvió de modelo. Los verbos de origen latino se introdujeron en vasco en participio (con el sufijo –tu), y no en infinitivo, porque lo hicieron junto a la EMVA tardo-latina, sustituyendo el verbo auxiliar latino por su equivalente en vasco según la cualidad transitiva o intransitiva del verbo principal (HABE – RE se sustituyó por ukan y ESSE por izan). La primera EMVA que surgió en vasco fue la del pretérito perfecto de indicativo, en todo análoga a la tardolatina. Más tarde, y por analogía con ella, se formaron las EMVA de los demás modos, tiempos y aspectos, así como la voz pasiva. Los modos subjuntivo, imperativo y potencial utilizaron unos verbos auxiliares distintos a los del modo indicativo para diferenciarse de él. La nueva EMVA, además, fue sustituyendo progresivamente a la antigua EMVS en la mayoría de los verbos autóctonos, incluso en presente y pasado de indicativo.